sábado, 6 de septiembre de 2008

ACTIVIDADES1. Lee el texto cuidadosamente y anota lo siguientea. Los versos en los que aparecen los cuatro elementos de la naturaleza (tierra, aire, viento y fuego) relacionados con el movimiento que Yahvéh les imprimeb. Destaca al inicio del salmo lo relacionado con la grandeza y el poder de Dios2. Haz un listado con los elementos correspondientes a cada reino de la naturaleza: mineral, vegetal y animal, y después anota la relación que existe entre ellos3. Expresa tu opinión sobre lo siguiente:a. ¿A qué se le da más importancia: a la secuencia de la creación o a su ordenamiento? Arguméntalob. ¿En dónde aparece mencionado esto claramente?4. Localiza, mediante el número de los versos lo que sigue:a. Comparacionesb. Enumeracionesc. Indicadores de lugar5. El paralelismo —figura literaria recurrente en la literatura hebrea— consiste en la interrelación entre el elemento anterior y el posterior. Puede ser de tres tipos: cuando se repite el mismo pensamiento (es sinónimo); cuando aparece una idea contrastante (es antitético) y cuando la segunda idea complementa la idea del primero (es sintético o progresivo).
La hipótesis más conocida sobre el origen de la palabra Jehová, indica que estaría al calcar erróneamente la grafía alemana en que la j representa el mismo fonema (la consonante aproximante palatal, [j]) que la i española, lo mismo que ocurre con el nombre Jesús (en hebreo Yahshua o Yahushua), Jeremías (en hebreo Yirmeyah) y otros, que usamos frecuentemente sin problemas a pesar del cambio de Y a J. La elección de una forma escrita u otra se debe por lo general a motivos históricos. En español, las ediciones católicas del texto bíblico que no usan sustitutivos como «Señor» o «Dios», optan por Yahveh. En cambio las ediciones protestantes que muestran el tetragrámaton emplean Jehová.
Con respecto a la hipótesis de la fusión del término Adonay y el tetragrámaton, Gérard Gertoux explica que la palabra Yahowah (YHWH + Adonay ) "jamás ha sido usada en ninguna Biblia" y agrega que "El patrón gramatical (imaginario) que implica un cambio de 'a' a 'e' nunca ha existido". Luego citando del libro De l'harmonie entre l'église et la synagogue (De la armonía entre la iglesia y la sinagoga) por el rabino Paul Drach editado en 1842 explica que la pronunciación Yehovah era lógica porque "estaba en el acuerdo con el principio de todos los nombres teofóricos", en contraposición con Yahvé

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